Nunca estuve tan lejos del cine como ahora. No me puedo sentar en una butaca para ver a panolis haciendo, imagen tras imagen, meras replicas de situaciones que no aportan nada nuevo al modo de pensar.
Estoy de acuerdo que la violencia es mayor, y más agresiva, que las relaciones humanas están plagadas de trivialidades, pero el concepto de cine, como el de televisión sigue estando equivocado y falto de pedagogía.
Ni las recomendaciones de los expertos europeos en comunicación de las cadenas públicas, que apuntan hacia el elemento audiovisual como algo educativo, con la idea de la televisión pública ha de tener perdidas, es seguida por los responsables presumidos que nos meten el progreso por los ojos, ni el sentido común de que la plataforma puede servir para cambiar en positivo los comportamientos y los conocimientos de los espectadores. Hacen bien en llamarla basura.
Incluso la televisión de pago se repite, y ya esta adulterada.
Otro tanto pasa con la literatura, que están haciendo de ella un show mediático, poniendo en cabeceras de lectura auténticos e infumables argumentos. Tu entras en una librería, y si en diez minutos no coges el libro que esperan vender, pues esta en medio para que te tropieces, te asignan un guardia de seguridad, para que te vigile de cerca, pensando que vas con intención de robar.
¿Para qué sirven nuestros ojos?
Oír, ver y callar. Ellos tendrán razón........- dicen.
Me niego, escupiré sobre sus programaciones ciegas.
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