La radiografía de la realidad universitaria en España ha cambiado de forma muy importante a lo largo de los últimos años, tal como se desprende de los datos de un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En primer lugar, llama la atención el hecho de que el número de alumnos de primer y segundo ciclo de la Universidad pública haya bajado por tercer año consecutivo, en concreto un 2,1 por ciento respecto al curso anterior. Por el contrario, las universidades privadas han aumentado su alumnado en un 3 por ciento en ese mismo periodo. En concreto, la pública ha pasado de tener 1.313.475 alumnos en 2004 a 1.268.031 en 2006. En cambio, la privada ha aumentado el número de estudiantes, que pasó de 133.404 en 2004 a 142.409 dos años después.

(abc 24-05-08)

Ya estamos de nuevo con la intencionalidad de la encuestas de manera ostensible y tendenciosa, además de publicadas con insidia por algunos medios de comunicación.

Esos nueve mil cinco alumnos más que se han inscrito en la universidad privada corren paralelos a los empresarios que han pegado el pelotazo inmobiliario en este país, o a cualquier otro pelotazo de características similares. Las preguntas que hace el INE no llevan anotado el patrimonio familiar por ningun lado.

El españoles de clase media tienen menos hijos, por que han racionalizado su tiempo y la atención que quieren prestarles a los hijos, no los han tenido como churros, que antes era tendencia, y no los tienen para el cielo, los tienen para la familia y sus posibilidades de desenvolverse en el grupo desahogadamente.

Se estudian más módulos formativos en principio, para encontrar empleo y después se va a la universidad. Tampoco aprecen cifras de la universidad pública de mayores de 25 años o de educación de adultos. Tendenciosas encuestas.

Siempre ha habido universidades privadas, colegios privados, etc, escuelas de Harry Potter, pero nunca se ha demostrado que el nivel intelectual sea superior; sí tienen más medios, algunas, otras son puro marketing, y cargadas de mucho texto, poca humanidad y escasa conciencia social, con lemas de " tu mundo es superior al de pobre universitario de la universidad pública".

Más que universidades privadas con ideario, parecen pasarelas privadas con estilistas homologados, pues hasta las carpetas de apuntes, en aras del diseño, tienen cierta forma que marca la diferencia.

Hay que joderse, y no es envidia.