miércoles, 15 de octubre de 2008

De qué planeta son los Planeta'

















Savater gana el Planeta con una novela de aventuras

La obra está ambientada en el mundo de las carreras de caballos El eterno candidato lo ha logrado finalmente: el filósofo, escritor y articulista Fernando Savater (San Sebastián, 1947), colaborador habitual de este diario, obtuvo anoche el Premio Planeta, dotado con 601.000 euros. Un galardón que le fue entregado en Barcelona en el transcurso de una cena presidida por la infanta Cristina. Aunque ya quedó finalista en 1993 con El jardín de las dudas -el mismo año que ganó Mario Vargas Llosa con Lituma en los Andes- su nombre ha aparecido recurrentemente durante años en todas las quinielas del premio.a finalista del Planeta, que se lleva 150.250 euros, fue esta vez otra habitual de las quinielas: Ángela Vallvey, que presentó la novela La inocencia de los bárbaros, titulada definitivamente Muerte entre poetas. Vallvey (San Lorenzo de Calatrava, Ciudad Real, 1964) ha optado por el género detectivesco y reconoció ayer que es una obra "en el más puro estilo de Agatha Christie".

Ya hay otros dos tomos con el lomo en piel para colocar en el mueble-bar.
Tengo unos amigos que se leyeron el primero allá por 1952 o 53; les quedaba un hueco sin cubrir en la rinconera del salón, de apariencia burguesa, y se suscribieron a la edición del premio, y ya casi tienen tantos libros como en la biblioteca nacional, dice la abuelita.
Cuando me enseñaron quienes ganaban un premio literario, es decir algunos escritores, no eran de este mundo, no me lo creí, hasta que el paso de los años y mis diálogos con los tomates me lo fueron confirmando, pues yo pensaba que eran hombres antes, y ahora también mujeres muy listas, que traían al papel vidas y pensamientos de personas que viven en otro mundo, y nos lo contaban, con puntos y comas, que no todo se queda en un simple oye-ve-corta-pega-revuelve-pacta-y-preséntate; mientras, haz ruido con opiniones delirantes y fascistas en radio, prensa, o televisión, y encontrarás que tras convertirte físicamente en un troll y una barbi de derechas, te conceden el premio Planeta, y ya puedes sentarte encima del cesto de los tomates, que lleva el abucheador.
Ahora no se salva ni dios, los males y los malos, desde hace muchos años, de las novelas de Planeta son infumables, se salvan dos, y ya sabéis a quien me refiero; bosquejos, tallas en capítulos de folio imedio que rellenan la historia con documentos pseudo histórico-científicos, que un buen acuñador da forma de novela.
Y ya, dinero y paternidad, con potestad para atacar a todo lo que se mueva, tenga o no potestad para hacerlo, y venga entrevistas, guiños a los modernos, suscripciones, y lanzamientos en las cabeceras de casa del libro, fnac, y corte inglés, tres o cuatro semanas.
Ojo al dato: la tomatina de Bunyol se quedaría corta en volumen de tomates, si en realidad la sociedad lectora no fuese tan pasota, y tan desilustrada, para tapar la boca con el ácido toma teico estampado en autores, editores, promotores y vasca del premio Planeta.
Tómate un respiro este año y no lo leas, a no ser que quieras rebuscar en la mitología griega, para saber de donde cojones son estos autores, por lo menos de Saturno o de Plutón, que estaban asociados al inframundo.
Un saludo a Proust.

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