sábado, 5 de julio de 2008

Con Franco leíamos mejor. El no leía.






























Los políticos de izquierda deben leer a los suyos, y leerlos de verdad»
T. D.
Más allá de la «rehabilitación» que pueda hacerse de la figura de Negrín por parte de sus actuales correligionarios, la pregunta que se plantea es si a lo largo de los últimos 30 años la izquierda ha hecho, o no, un ejercició de reflexión sobre su propia historia, si ha volcado una mirada autocrítica sobre el papel desempeñado durante la República, la guerra y el exilio. En cuanto a los historiadores de izquierda, para Juan Francisco Fuentes -autor de monografías sobre Largo Caballero y Araquistáin- ello depende de cuáles, y en esto advierte «una dimensión generacional: bien parece que la generación actual está desandando lo que sí hizo la anterior. Pero la izquierda política yo creo que no ha hecho esa reflexión crítica. En cualquier caso, si algunos buscan al Negrín más conservador y socialdemócrata, lo encontrarán; si otros buscan al revolucionario, también. Pero quizá no reparen en el Negrín que era un acérrimo españolista. En fin, ciertas idealizaciones que se escuchan a los políticos acerca de los grandes personajes de la República y la guerra sorprenderían a los interesados. La opinión que tienen no se corresponde con lo que Azaña, Prieto, Largo, el mismo Negrín o Araquistáin expresaron en memorias y epistolarios. Por eso yo les he recomendado a nuestros políticos de izquierda que lean a los suyos, y que los lean de verdad».
abc 06-07-08
A los totalitarismo como el franquista la literatura le estorba. Creo una sociedad analfabeta, y sobre ella se cebo, esquilmando a base de hambre, esclavitud y represión.

Un poco de historia de la literatura en la época franquista:


La Guerra Civil supuso un profundo corte en la evolución literaria española debido a una serie de razones:
a. La muerte de algunos de los grandes modelos de la novela española del siglo XX (Unamuno, Valle-Inclán).
b. El exilio obligado de otros autores que habían comenzado a destacar en la década de los treinta: Max Aub, Francisco Ayala, Ramón J. Sénder, etc...
c. Las nuevas circunstancias políticas y la censura impiden que se siga con una tendencia de novela de corte social que se venía haciendo desde la década de los treinta.
d. Esas mismas circunstancias históricas (miseria, desigualdades, falta de libertades, etc...) hacen que pierda sentido otra de las tendencias novelísticas anteriores a la Guerra, como es el caso de la novela deshumanizada y vanguardista.
Como consecuencia de las razones expuestas, la novela española en la década de los 40 debe, prácticamente, comenzar de nuevo.En este contexto irán dándose a conocer nuevos escritores, que en general podemos agrupar en las siguientes tendencias:
~ Jóvenes novelistas de ideología (ultra)conservadora -muchas veces de filiación política falangista- como Wenceslao Fernández Flórez (El bosque animado, 1944), Rafael García Serrano (La fiel infantería, 1943, La plaza del castillo, 1951) o Gonzalo Torrente Ballester (Javier Mariño, 1943). Normalmente contaban con el beneplácito del sistema propagandístico y editorial franquista, aunque alguno de ellos tuvo que cambiar fragmentos de sus novelas por las presiones políticas (Torrente Ballester sobre todo).
~ Jóvenes escritores encuadrados dentro del realismo tradicional y bajo la influencia de Baroja: Juan A. Zunzunegui (Ay...estos hijos, 1943, Esta oscura desbandada, 1952, La vida como es, 1954) o Ignacio Agustí (La ceniza fue árbol, conjunto de 5 novelas más conocido por "La saga de los Ríus", entre las que destacaron las dos primeras: Mariona Rebull, 1944, y El viudo Ríus, 1945) .
~ Los jóvenes escritores que representaron una novela de corte existencial: Carmen Laforet (Nada, con la que ganó del premio Nadal en 1945) o Miguel Delibes (La sombra del ciprés es alargada, ganadora del Nadal en 1947). Desde las vivencias personales, estos novelistas existenciales expresan en sus relatos la miseria y la sordidez de aquellos años. Los temas suelen ser la frustración, la inadaptación, la angustia, la muerte, etc. Se intentaba reflexionar sobre el sentido de la existencia en un ámbito desagradable -absurdo- como la España de aquellos años. Para ello utilizaron técnicas narrativas tradicionales y de influencia barojiana.

Todo rodeado de mucho catecismo.


1. LA NOVELA DE POSGUERRA (1939-1950).-
Las líneas maestras de la novela española durante los años 40 son:
> La situación de incomunicación de la sociedad española explica que los novelistas no contacten con el exterior. El resultado es el anquilosamiento de la narrativa española de la época, que se limita al modelo narrativo "realista" (s. XIX) o al de Pío Baroja.
> Falta de "maestros-modelos" y críticos orientadores en el interior: sólo Baroja asume este papel, pero de forma poco importante.
> Paradójicamente, sobran las traducciones de determinado tipo de novelas extranjeras (el "Realismo" europeo del s. XIX) y autobiografías.
> La novela española, pese a todo, arranca de nuevo mediante impulsada por "estímulos" como los premios que comienzan a convocarse desde los primeros años 40. El más importante será sin duda el Premio "Nadal", convocado por la editorial barcelonesa "Destino", con el que se darán a conocer bastantes novelistas que con el tiempo se convertirán en figuras importantes.
> La crítica literaria era, sólo, ideológica: se valoraba una novela por el grado de afinidad ideológica de su autor hacia el sistema político establecido tras la guerra.

Más misas, procesiones y catecismo.
Muchos de los estudios relacionados con aquella oscura y tenebrista época de la educación en España, confirman la mentira y la tergiversación que escritores revisionistas actuales como Pío Moa y Cesar Vidal hacen de los héroes-maestros.

Este es un importante estudio ilustrado de lo que en realidad leíamos. La literatura ni se acercaba a la escuela. Que eran los escritores? No lo sabíamos. Solo conocíamos a héroes como El Cid o Franco.
El libro de lectura como manual de instrucciones para el sentimiento infantil durante el primer franquismo
Kira Mahamud Angulo Universidad Nacional de Educación a Distancia


El papel jugado por la censura franquista es, en este sentido, fundamental.populares y prolíficos autores de textos escolares, a saber, Federico Torres, y la Inspectora de Enseñanza Primaria Josefina Álvarez de Cánovas (1).

Este es el enlace con el estudio de Kira Mahamud Angulo:

http://www.uned.es/manesvirtual/ExpoTema/sentim/lec_sentim10.html
Bibliografia espectacular:

Montilla, Francisca (1954). Selección de libros escolares de lectura. C.S.I.C. Instituto San José de Calasanz. Madrid. En esta obra, la autora ofrece un resumen y una opinión sobre cada uno de los libros de lectura aquí mencionados, con la excepción de Cómo se educó Carmina, de Fernando Torres, y Carmelín, la niña diablillo, de Josefina Álvarez de Cánovas. La selección de libros de lectura está basada en un cuestionario enviado a maestros, maestras, directores e inspectores de enseñanza primaria solicitándoles pronunciarse sobre los libros de lectura más estimados.
2 Onieva, J. Antonio. "El libro de lectura". Revista de Pedagogía. Año I. Nº 12. Madrid, Diciembre 1922, pp. 447- 452, p. 452.
3 García Crespo, C. (1985). "La ideología del franquismo en los libros de lectura escolares. El componente religioso", en Cieza García, J. A. y otros (eds.). Sociedad, ideología y educación en la España contemporánea. Salamanca: ICE de la Universidad de Salamanca, pp. 113-125, p. 116.
4 Escolano Agustín (1998). Historia ilustrada del libro escolar en España. De la posguerra a la reforma educativa. Madrid: Fundación Germán Sánchez, p. 23.

La Editorial Magisterio Español publicó tres series de libros de lectura dentro de la colección Niños de España, de la Inspectora Josefina Álvarez de Cánovas. Una de ellas destinada a niñas, otra a niñas y niños, y una tercera, con sólo dos libros, para niños.
12 Álvarez de Cánovas, Josefina (1942). Marisol (Pequeñita). Libro de lectura para niñas. Primera parte. Madrid: Editorial Magisterio Español. 3ª edición, p. 12.


Estos otros enlaces nos acerca a estudios y reseñas sobre las lecturas generosas, que este articulista de ABC, hoy olvida. No se acuerda de la literatura española de los años 20 y 30.
¿De quien eran esos autores?
El valor y contenido de la pedagogía franquista aun campa libremente por nuestras expresiones cotidianas.
La rehabilitación de Negrín, es consecuencia de un largo estudio por parte de grandes historiadores, no una mera rabieta revisionista como la que pulula de nuevo por la derecha española, fría y zafia, con coros radiofónicos y púlpitos con amnesia.


http://usuarios.lycos.es/meacuerdo/escuelaprimaria.htm

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