sábado, 19 de julio de 2008

Hapenings y con-ciertos
















Happening

Happening (de la palabra inglesa que significa evento, ocurrencia, suceso). Manifestación artística, frecuentemente multidisciplinaria, surgida en los 1950 caracterizada por la participación de los espectadores. Los happenings integran el conjunto del llamado performance art y mantiene afinidades con el llamado teatro de participación.
La propuesta original del happening artístico tiene como tentativa el producir una
obra de arte que no se focaliza en objetos sino en el evento a organizar y la participación de los "espectadores", para que dejen de ser sujetos pasivos y, con su actividad, alcancen una liberación a través de la expresión emotiva y la representación colectiva. Aunque es común confundir el happening con la llamada performance el primero difiere de la segunda por la improvisación o, dado que es difícil una real improvisación, por la imprevisibilidad.
El happening en cuanto manifestación artística es de muy diversa índole, suele ser no permanente, efímero, ya que busca una participación espontánea del público. Por este motivo los happenings frecuentemente se producen en lugares públicos, como un gesto de sorpresa o irrupción en la cotidianeidad.






El mes de julio me ha dejado exhausto.

Como espectador pasivo de multitudinarios eventos me obligo a hacer un repaso de lo difícil que es seguir el ritmo de los acontecimientos, sobre todo aquellos que concentran a multitudes.
Bombardeado con las algaradas futbolísticas día tras día alrededor de una título, y luego de otro, viendo que en muchos de ellos los fans dejaban la piel en celebrar grito sobre grito una victoria tras otra, uniformando plazas , ciudades, naciones completas, no puedo dejar de sentirme un poco aislado.





Titubeo a la hora de compartir como televidente este derroche de energías y creencias, pero como la pericia periodística sabe hacerlo, agrupa en lo resúmenes situaciones que peculiarizan la celebración. Eso te puede captar y sigues pegado al aparato.


Sin dejar de mirar alrededor me sorprendo que entre tanto materialismo individualista aun queden fieles a las disciplinas del ocio, que acudan en masa a conciertos, a celebraciones eucarísticas, a combates fratricidas, cuando sentado tras la red puedes disponer de actuaciones, misas concelebradas, campos de batalla.


Lo siento, hoy no ha cuajado en mi más que el efímero y diminuto aleteo de una mosca.

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