Por mucho que parezca que los periódicos van llenos todos los días, hace algunos, me parece que el hilo de las noticias tiene un vacío que legitima mi apatía.
Desde que nadie se compromete a reducir la emisiones de CO2, a que la crisis economica y sus responsable tienen una única intención, que no es otra que asegurar sus capitales para treinta años, como ha pasado siempre y volverá todo a la normalidad, consecuencia del cambio de moneda en Europa, y por tanto poniendo como ejemplo la inflación real del 66% que ocurrio en España, esa perdida ha tocado techo y han de recuperar tanto bancos como multinacionales extracomunitarias ese desajuste, los trabajadores volveremos a quedar por debajo del 6,6% que nos correspondería, arrastraremos nuestra cordura al lado de una planificada concienciación de que tenemos demasiado estado de bienestar.
Quitan y cogen, almibaran con fondos del estado las quiebras y justificaran emisiones de papel moneda.
No se les escapa nada, somos el fruto diario de un experimento, siempre sabiendo que han conseguido que no iniciaremos una revolución, pues para comer tenemos y alguna cosa más, y la individualidad en la que vivimos es su baza, recogen en origen lo que necesitan para seguir ejerciendo, en una palabra hacen efectivo el dinero ficticio, no quiere seguir esperando a unos valores del mercado de futuros, porque por abajo, otros grupos económicos emergentes, se estaban acercando.
Ejercen de padres, ellos pagan todo en principio cuando consigues el primer trabajo, pero pasado el primer año como vives en casa, con cierto consenso, derivan algunos gasto, claro trastocando tu mileurismo.
Aparte de este análisis un poco escueto, salpicado de conjeturas, las noticias son anécdotas que por vivir surgen.
Arrepentimientos, manifiestos, crímenes, carreras, sueños, hasta finales de cuento.
Rojo pesimismo.
...¡ Qué buen tiempo hace..!
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