viernes, 6 de junio de 2008

ACS, ¿ es una corporación al estilo americano?




En Estados Unidos, las corporaciones tienen una vinculación directa con las decisiones que asume el gobierno tanto en materia de política interna cuanto en política mundial. Es conocida, por ejemplo, la vinculación de la corporación Halliburton con el Vicepresidente Dick Cheney, y el rol que esta corporación está jugando en la guerra de Irak. Es también conocido el lobby que hacen las corporaciones a la administración norteamericana y en periodos electorales a los candidatos republicanos o demócratas en función de sus propias agendas (el lobby de la electrónica, el lobby del petróleo, el lobby de la industria de la guerra, etc.).
De esta manera, existiría una simbiosis real entre el aparato político del Estado americano y el entramado corporativo: lo que es bueno para las corporaciones es bueno para el gobierno americano (y el discurso ideológico de la globalización lo extenderá a la democracia). Es, en realidad, el funcionamiento de un proceso político-económico de lo que hace algunos años denominábamos como “capitalismo monopolista de Estado”, y que se corresponde a aquella definición del ex Presidente americano Eisenhower: del complejo industrial-militar norteamericano, pero ahora inserto dentro de dinámicas de especulación financiera y de lucha en contra del terrorismo a nivel global.
Pero en el contexto de una acendrada competencia en la que las corporaciones europeas y asiáticas disputan los espacios de acción, decisión y provisión de materias primas y mercados, a las corporaciones americanas, y cuando se forman espacios regionales importantes como la Unión Europea, es necesario redefinir el rol político y económico de las corporaciones.

“Muy poca gente sabe que Gm, Ford, ITT y otros gigantes de las corporaciones americanas funcionaron durante la guerra como una especie de “arsenal del nazismo”. Estas empresas naturalmente siempre se han mantenido mudas acerca de este delicado tema.
Empezando por el presidente de ACS, el señor Florentino Pérez, tengo bastantes cosas sospechosas que decir. Construyo delante de mi casa, en Madrid un hotel, que solo esta permitido cinco plantas, y construyo siete, y una de maquinaria. Le denunciamos, y hemos recibido del ayuntamiento de Madrid, la callada por respuesta. Esto que yo sepa en mi entorno.
Los accionistas mayoritarios son los March, que financiaron la guerra de Franco, hijos y nietos de piratas mediterráneos.
Y la relación con los accionistas supongo que será la que marque la ley de beneficios del entramado bursátil.
Presumen de las energías renovables, hace unos días salto a la prensa que sus molinos, están matando la población de buitres. Eso es apostar por el futuro. Han acallado la noticia. Igual hacen robot para que no se les eche de menos, y siguen apostando por el futuro.
La publicidad de Iberdrola, la che visto. Me parece un sermón al más puro estilo predicador, con imágenes de paraísos, y palabras que suenan a bondades hipócritas.
Como explican el intento de subida de la tarifa eléctrica, y de las llamadas a domicilio desacreditando a las otras empresas que compite, a mi me la han hecho.
Pretenden comunicar están en la línea de la defensa del medio ambiente.
Eso no es cierto están peleando por adjudicarse la conexión eléctrica con Francia, que repoblara todos los montes de España con cientos de miles de torres de MAT peligrosísimas, destruyendo montes, fauna, comunicaciones, modos de vida. Que más puedo decir.
Intentar comunicar solidez económica, y garantía de respetabilidad ambiental.
No es verdad.
Miras la publicidad pero no me creo más allá de que las hojas de los arboles, son hojas, y el agua agua, o el viento, aire gratis.

No hay comentarios: