Nadar y guardar la ropa, la de sus abuelos.

SALAMANCA. El Ministerio de Cultura, a través del Centro Documental de la Memoria Histórica, cuyo Patronato quedó constituido ayer, depositará en Salamanca más de 150.000 cajas de documentación relativa al período de la Guerra Civil española y la dictadura sin que exista ningún espacio adecuado para su gestión. El ministro titular, César Antonio Molina, agradeció ayer en su visita a Salamanca la colaboración del Ayuntamiento de la capital, de la Junta y de la Universidad para albergar esta cantidad de documentos, aunque por el momento no se podrá gestionar este material....

...Mientras, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares expresó ayer su protesta por el próximo
traslado a Salamanca de documentos de la Guerra Civil y del
franquismo que están depositados en el Archivo General de la Administración situado en laciudad. La concejala de Cultura, Dolores Cabañas (PP), señaló que no les queda otra posibilidad «que protestar por esta decisión, porque de nuevo Alcalá de Henares sale perjudicada por una decisión del Gobierno que es meramente política».

(abc 20-06-08)

....Mientras no esté listo, los fondos documentales que irán llegando a Salamanca podrían ir al sótano del Centro de Arte (De2) ofrecido por el Ayuntamiento, aunque el alcalde desconoce si cuenta con capacidad suficiente para albergar tan sólo el legado que partirá desde el Archivo General de la Administración (157.000 cajas) de Alcalá de Henares (Madrid). Lanzarote avisó de que seguirán oponiéndose en los tribunales a la cesión de nuevos documentos a la Generalitat de Cataluña, incluidas las cajas ya previstas: "Si se las llevan, estaremos en los juzgados".

(el país- 20-06-08)

La posguerra tardía que recuerdo, y la que vi en los ojos y en el hambre de mis abuelos, padres y vecinos merece tener al menos un lugar donde los racionamientos alimentarios, sociales y políticos estén numerados y firmados, por los que se creyeron descendientes de la pata del Cid.

Siguen despejando el camino ahora que son viejecitos, los alcaldes-presidentes de entonces, con esa mirada raposera que lucían precedidos de dos o más tricornios coaccionadores. Pretenden sentarse en los bancos reposando sus fechorías, y que nadie como yo, se les acerque mientras los rayos del sol de aquella bandera con águila calienta sus sus manos represoras, cuando no les tembló el pulso para meter en la cárcel a quien les importunaba, acusándole de comunista o aplicándo la ley de vagabundos y malhechores, les pregunte si recuerdan porqué lo metieron en el calabozo, cuando yo tenía cinco años, ¡si a mi padre!

Les dura la riqueza que amasaron entonces, dos o tres casas en el pueblo, algún piso en la ciudad, y los que dejaron a sus hijos, extendiendo su condición represora a su cargo de capataces en la mina, puestos a dedo y no por capacitación, para continuar la línea ideológica.

No les falto nada, gordos, camionetas de reparto, radios, estudios, etc. Claro sus hijos ahora no quieren que se les paseen, y no a la tapia del cementerio sino a fichero abierto sus facherías:

¡ dejen que mueran en paz! La misma que repartieron ellos, y no es venganza, es saber que fueron, que hicieron, como la generación intermedia, les tapo a los nietos rurales las hazañas de posguerra de sus abuelos.

Esa generación intermedia que ahora son liberales y demócratas, según ellos pero la cara es el espejo del alma, y no se desdibuja aquel gesto genético, mientras dicen: firmes, ¡ ordeno y mando!

Lo mamaron y les luce.